Diversos factores contribuyeron a este logro. Entre ellos, las medidas gubernamentales destinadas a contener los precios de los productos energéticos, como subvenciones directas a los consumidores, reducciones de impuestos sobre el gas y la electricidad, y esfuerzos por diversificar las fuentes de energía. Además, las políticas monetarias restrictivas del BCE, que incluyeron aumentos en los tipos de interés, ayudaron a frenar la demanda y estabilizar los precios.
En el ámbito político, la reducción de la inflación ha sido destacada como un logro clave por el gobierno actual, especialmente de cara a las elecciones generales de 2025. No obstante, los partidos de la oposición critican la falta de medidas estructurales para abordar las desigualdades económicas y sociales exacerbadas por la crisis.
En conclusión, aunque España ha logrado avances significativos en la lucha contra la inflación, el camino hacia una recuperación económica completa aún no ha terminado. Los retos relacionados con los precios de la energía, la estabilidad del mercado laboral y la inversión empresarial siguen siendo prioritarios. Es fundamental implementar políticas sostenibles y equilibradas que permitan consolidar la recuperación económica y garantizar un crecimiento inclusivo.